viernes, 29 de noviembre de 2013

DIVISIÓN CANINA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD


Con 14 funcionarios y 14 canes

DIVISIÓN CANINA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

Detección de estupefacientes y psicotrópicos, rescate de personas, exhibiciones y talleres en instituciones educativas son algunas de las funciones que cumple la Brigada Canina de la Policía de Miranda, ubicada en el kilómetro 14 de la carretera Panamericana, adyacente a la redoma de San Antonio de Los Altos, municipio Los Salias.

El jefe encargado de esta área, el oficial jefe Jager Ñañez, explica que un total de 14 policías con 14 sabuesos y unidades policiales están dedicados a prestar servicio comunitario, con la finalidad de generar tranquilidad y protección a los ciudadanos mirandinos, lo que también les permite apoyar el trabajo realizado por otras divisiones de la institución, como la Dirección de Investigaciones y Estrategias Preventivas y la Unidad de Control de Reuniones y Manifestaciones Públicas.

Desde 1996 la Brigada Canina contribuye con la seguridad en todas las comunidades y se ha dedicado no sólo a combatir el delito sino a enaltecer la relación policía-comunidad.
En busca del acercamiento con el pueblo, los policías adscritos a esta unidad efectúan patrullaje continuo en diversos sectores. Además dictan talleres y charlas de prevención del delito y conocimiento de sustancias ilícitas.

Realizan exhibiciones en instituciones educativas para que los niños y jóvenes conozcan no sólo el trabajo policial sino los peligros o riesgos que corren en el día a día además de inculcarles que el delito es el peor camino que pueden elegir.

Formación de ejemplares

Los entrenamientos se realizan en el Campo de Polo ubicado en la urbanización Club de Campo en San Antonio, donde pulen sus habilidades y desarrollan las virtudes de los perros y los funcionarios, además de fortalecer el trabajo que desempeñan juntos en pro de la seguridad.

El desarrollo de las destrezas innatas en el canino se realiza con diferentes herramientas básicas, entre sustancias simuladoras de psicotrópicos, juguetes, mordedores, rampa de saltos y otros.

La preparación  comienza a partir de los seis meses de vida de los caninos porque allí es donde afloran los instintos animales y es la época adecuada para que retengan toda la información que se le está suministrando.

El entrenamiento es realizado tres veces por semana y está compuesto por cuatro módulos de trabajo de 20 minutos con cada uno de los ejemplares.
  
Los módulos de trabajo se dividen en cuatro: Rastro, para la formación de los ejemplares, la detección de narcóticos, el desarrollo y el entrenamiento de los perros. Obediencia, en el cual se ejecutan ejercicios básicos y avanzados para el aprovechamiento de las condiciones físicas, las cualidades generales y desarrollo de los perros.

La siguiente fase se denomina Protección, a través de la cual se trabaja la aprehensión de fugitivos, localización de seres vivos y la penetración de espacios abiertos o confinados, y las Maniobras Verticales, que se practican con el apoyo de los Bomberos de Miranda, en las que se encuentran las técnicas de descenso y acenso con los ejemplares.

Todos los entrenamientos se rigen por las condiciones del tiempo, porque la temperatura del animal es de 38 a 38,5 ºC, y eso se debe compensar con la temperatura ambiente.

Los ejemplares se valen de su olfato, ya que es el sentido que más desarrollan, lo que les permite detectar y separar olores, pues poseen 250 millones de células olfativas y con mayor rapidez pueden localizar un objetivo, a diferencia de un ser humano.

La División Canina de la Policía de Miranda se mantiene diariamente actualizando sus conocimientos, con la finalidad de hacer del estado Miranda un territorio cada vez más seguro. 

Orgullo canino

El inspector Ñañez, comentó que dentro del grupo de ejemplares se encuentra el can Thor, el cual ya tiene tres años apoyando las labores policiales y convirtiéndose en orgullo para todo el cuerpo de seguridad debido a que es capaz de encontrar armas y sustancias estupefacientes.

“Los funcionarios han entrenado a Thor para que realice estas acciones en los allanamientos y cualquier otro procedimiento, por lo que me atrevería a decir que es el único can formado para que ejecute este tipo de labores que contribuyen a disminuir el delito y sobre todo, a colocar tras las rejas a los maleantes.


Prensa Iapem / Egda González