Dispositivos especiales fueron activados por la Policía del Estado Miranda para dar con el paradero de los cuatro sujetos que se fugaron, la tarde de este domingo, de la Sala de Guarda y Custodia del Centro de Coordinación Policial N° 3 ubicado en Caucagua, municipio Acevedo.
El director presidente de la policía estadal, comisario general Elisio Guzmán, explicó que diferentes comisiones realizan labores de rastreo, constante patrullaje, puntos de control, entre otras pesquisas, para recapturar a los imputados, quienes se escaparon tras romper uno de los barrotes que están en el techo del patio, durante la hora de visita de los familiares.
Los evadidos están identificados como Enrique José Ávila Mendoza (19), quien se encuentra a la orden del Juzgado Cuarto de Barlovento, por el delito de robo, Nicolás Ledesma (27) quien estaba privado de libertad por el delito de desvalijamiento de vehículo.
Los otros dos a los que le siguen la pista son Luis Parababi Chirinos (21), cuyo caso está en manos del Tribunal Tercero de Los Teques, por el delito de robo agravado y Alberto Díaz (21), quien también fue detenido por el mismo crimen.
Guzmán señaló que la situación irregular fue notificada de inmediato a la Fiscalía Octava del Ministerio Público, con la finalidad de iniciar las investigaciones necesarias y que están realizando labores de inteligencia en todo el estado Miranda para localizar a los fugados.
El comisario general recalcó que existe una situación muy grave en los espacios de reclusión de las policías del país, debido a que la delincuencia está aprovechando las deficiencias y debilidades del sistema judicial y del carcelario para vulnerar los calabozos con violencia o intentos de fuga, debido al gran hacinamiento que sufren los organismos de seguridad.
"Tras los barrotes tenemos personas que están pagando condena y esa es una de las situaciones que genera que los aprehendidos planeen cómo escapar a toda costa, también pueden presentarse riñas o huelgas de hambre. Cada una de esas acciones son provocadas porque el sistema judicial y el Ministerio de Prisiones prácticamente obligan a las policías a hacer las veces de una cárcel, pero sin que tengan los recursos económicos, la estructura, ni los beneficios, eso desespera al detenido y se producen entonces escenarios como los que están padeciendo todos los cuerpos de seguridad", dijo.
Alertó que dichas debilidades propician inminentes amenazas a la vida de los custodios, a sus familiares y a la ciudadanía, porque las alarmas están siempre prendidas ante la posibilidad de fugas masivas, toma de rehenes y agresiones por parte de los recluidos.
Además hizo un nuevo llamado al Ministerio de Prisiones para que tome acciones y se involucre más con lo que está pasando con las policías, la asignación de cupos, el hacinamiento tras los barrotes y otros aspectos que van teniendo una incidencia negativa en la seguridad en general.
"Esta crisis comienza cuando el funcionario policial pone tras las rejas al delincuente y culmina en el momento en que es enviado a un centro penitenciario. Todo lo que se genera en ese tiempo es culpa del Gobierno Nacional al incumplir la ley, al hacer que los cuerpos de seguridad deban violar los lapsos de aprehensión que son solo de 48 horas. Cuando desautorizan a los entes judiciales e impide que los presos vayan a las cárceles del país, cuando además solicitan cada vez más trámites para la asignación de cupos a las penitenciarias, generando eterna zozobra, violación de los derechos humanos y en especial al obligar a las instituciones a costear económicamente el proceso de tener en sus espacios a estas personas", concluyó Guzmán.
Iapem Prensa / Egda González