Lamas: Cada espoleta hallada en una
escena desata un estallido de impunidad
La
Urbina.- Entre enero y septiembre del año en
curso se han registrado 15 hechos en los que fueron activados artefactos explosivos
en contra de efectivos policiales, órganos de seguridad y ciudadanía, por parte
de bandas organizadas que operan en la Gran Caracas, dejando como resultado 65
personas afectadas. Dos de los ataques fueron dirigidos a la Policía del Estado
Miranda.
En este sentido el subdirector (e) del
Instituto Autónomo de Policía del Estado Miranda, comisario Jesús Eduardo Lamas,
informó que en estos actos represivos fallecieron 15 personas, cuatro de ellos eran
funcionarios de otros entes de seguridad. Asimismo se reportan 50 lesionados
por estos ataques, en los que 33 eran uniformados.
“La noche de este domingo nuestra sede del
Centro de Coordinación Policial N° 7, ubicada en La Urbina, fue blanco de estos
delincuentes, pero no se registró ningún afectado. Los hampones no lograron su
cometido debido a que la sede contaba con la presencia de personal policial
activo que vigilaba el lugar. Debemos estar alertas y no dejar que las bandas
organizadas derrumben nuestra moral, nuestra ética, ni nuestras ganas de seguir
trabajando en pro de la seguridad de los mirandinos”, dijo.
Recordó que el primer suceso que afrontó la
Policía de Miranda, por el uso de este tipo de arma de guerra se suscitó el 14
de febrero, en Los Valles del Tuy, donde un efectivo que realizaba verificaciones
en un punto de control en el sector San Francisco de Yare, resultó afectado en
una pierna y en la región lumbar a causa de las esquirlas emanadas por una
granada que arrojó un motorizado, quien minutos antes había sido retenido en
dicho lugar y retornó en compañía de otros sujetos a “cobrar venganza”.
Enfatizó que de acuerdo a las leyes venezolanas
los artefactos explosivos sólo deberían ser manipulados por las Fuerzas Armadas
Nacionales y que los cuerpos policiales solo tienen permitido tener como única
arma larga una escopeta de fricción por cada 10 funcionarios y una pistola 9
milímetros para cada agente.
Por otra parte, el comisario destacó que en la actualidad hay mucho
hermetismo sobre esta nueva modalidad del crimen y no existen pronunciamientos
de parte de las autoridades nacionales que justifiquen la presencia del
armamento militar en manos de civiles y grupos irregulares. Añadió que es difícil
hacer las averiguaciones sobre el origen de estos explosivos, ya que no poseen
seriales guías para identificarlos.
“Cada
espoleta hallada en una escena sigue desatando un estallido de impunidad y de
muertes violentas, porque nadie explica cómo llegan las granadas a los
delincuentes. Queda en evidencia que el sistema es vulnerable, bien sea porque
el armamento llega por contrabando o por la carencia de controles adecuados en
las fuerzas militares para vigilar su parque de armas”.
Durante el fin de semana se reportaron otros cuatro
ataques con granadas a sedes de organismos de seguridad, entre ellos el Cuerpo
de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Mariara, en el
estado Carabobo, de igual forma la sede detectivesca de El Llanito (Área
Metropolitana), la Policía Municipal de Guárico y PoliBaruta (Caracas). En este
último hecho, 10 efectivos fueron alcanzados por las esquirlas generadas por
los artefactos explosivos.
Iapem Prensa /
Yoselyn Sarmiento
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