Es el
sexto uniformado que muere de forma violenta este año
Frente a
la fábrica de velas de Madosa, ubicada en Charallave, municipio Cristóbal
Rojas, cuando esperaba un autobús que lo conduciría al centro de esa ciudad,
fue asesinado el supervisor jefe José Rafael Vilera, de 48 años de edad,
funcionario adscrito al Centro de Coordinación Policial N° 5 de la Policía de Miranda.
Así lo
informó el director presidente del referido cuerpo de seguridad estadal,
comisario general Elisio Guzmán, quien lamentó la muerte violenta del efectivo,
quien tenía 24 años de servicio en la institución, en los que siempre demostró
vocación de justicia y cumplimiento del deber. “La mitad de su vida se la
entregó, con honor y disciplina, a nuestra policía. Es lamentable perder a un
baluarte, que era ejemplo de profesionalismo. Enviamos nuestras palabras de
solidaridad a toda la familia, amigos y compañeros de Vilera”, citó.
Explicó
que el supervisor jefe se encontraba de vacaciones, por lo que no estaba armado
y en el referido lugar aguardaba por una unidad de transporte público. En ese
momento fue abordado presuntamente por “El Zamurito” y “El Nano”, quienes le
dispararon en la cara, causándole la muerte instantánea. El par le arrebató
sólo la billetera al uniformado. Por la investigación preliminar y lo violento
del hecho, se presume que lo habían identificado como funcionario policial.
Guzmán
dijo que se desplegaron las comisiones policiales para dar con el paradero de
los autores del crimen que nuevamente enluta a la Policía de Miranda.
“La
ciudadanía y los cuerpos de seguridad estamos sufriendo una fuerte arremetida
por parte de la delincuencia, la cual ha tomado gran ventaja armamentista, ya
que los policías salen con pistolas a defender a la nación de sujetos que
llevan granadas y armas de alto calibre”, resaltó.
Añadió
que los policías se han vuelto un blanco de la delincuencia, porque
indistintamente que se encuentren uniformados o de civiles igualmente los
atacan para quitarles las armas y matarlos.
Vilera se
desempeñaba en vida como Jefe Adjunto de la estación policial de Santa Lucía,
ubicada en el municipio Paz Castillo. El efectivo es el sexto uniformado que
pierde el organismo de seguridad en manos de la violencia. Deja en orfandad a
tres hijos, dos hembras y un varón.
En los
nueve meses del año en curso, 211 funcionarios de diferentes fuerzas de
seguridad de la Gran
Caracas han sido víctimas de ataques armados, 98 de ellos fueron
asesinados para robarle su arma de reglamento y otros cuatro murieron por la
activación de una granada, dejando un saldo lamentable de 102 funcionarios a quienes le quitaron la
vida de forma violenta.
Iapem Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario