Durante el
2016 fueron asesinados 127 efectivos en la Gran Caracas
La tragedia, vestida de muerte violenta, visitó a las familias, amistades
y compañeros de trabajo de los 127 funcionarios de los distintos cuerpos de
seguridad de la Gran Caracas,
asesinados por la delincuencia en el año 2016. El ataque certero ha herido
nuevamente al Estado venezolano que, sin embargo, no ha buscado lo que sí clamaron
los dolientes de esta masacre: Justicia.
Para el director presidente de la Policía del Estado
Miranda, comisario general Elisio Guzmán, la muerte de cada efectivo ha
despertado un sin sabor entre las filas de las instituciones de seguridad,
porque además que la mayoría de los casos queda impune, pierden a un hombre o
mujer que estaba en lucha por el resguardo de la ciudadanía, pese a todas las
desventajas que tiene el ser policía en la actualidad.
“Rindamos honor a los funcionarios caídos en resistencia
a la delincuencia buscando sin cansancio a los responsables de estos hechos,
pero también haciéndole saber al gobierno lo importante que son cada uno de
ellos para nosotros y para la sociedad. No abandonemos a las familias
afectadas, protejámoslas con trabajo y una mano amiga. Rindámosle honor dejando
en alto el nombre de nuestra policía, pues éste lleva grabado el recuerdo de lo
que fueron ellos en vida durante su carrera profesional”, declara el director
del organismo.
A juicio de Guzmán hay un “silencio ensordecedor” por
parte de las autoridades nacionales, pues ni el presidente, ni los ministros,
ni ningún representante del gobierno oficial ha dicho o hecho algo contundente
a favor de quienes han caído en el cumplimiento de su deber o estando franco de
servicio, salvo cuando han sido casos a los que han dado un tilde político.
“Ocho efectivos de nuestra institución perdieron la
vida a manos del hampa el año pasado y en cada uno de los casos acompañamos a
sus familiares en el luto y los ayudamos tramitándoles empleo o cualquier otra
necesidad que estaba a nuestro alcance. Rendimos los honores correspondientes,
hablamos con los medios de comunicación y por las redes sociales sobre los
sucesos. Nos quejamos ante el gobierno porque los delincuentes nos atacan con
granadas o fusiles y nosotros nos defendemos con una pistola, pero además
estamos encima de las investigaciones de todos los casos, muchos de los cuales
se frenan por cuestiones políticas. Eso demuestra que seguimos allí para ellos,
porque si no existe ese interés simplemente no puedes esperar lo mismo de
quienes estás formando con tu ejemplo”, fustigó.
No solo el “precio” que han puesto los delincuentes a
la vida de un funcionario, sino también el que cada uniformado deba pasar
desapercibido como autoridad donde vive para evitar ser atacado, forma parte
del día a día de quien elige continuar con su carrera policial, esperando que
las balas enemigas carezcan de puntería.
“Cada vez son menos quienes siguen dispuestos a
trabajar como efectivos de seguridad. La deserción y casi nula captación,
además de la mortalidad del oficio, agudizan la realidad de las instituciones.
Tanto el gobierno como la sociedad deben trabajar junto a nosotros para impedir
el acelerado crecimiento de la delincuencia. De lo contrario seguiremos
aislados, como ya estamos, llorando muertos, cada cual por su lado. De cada
venezolano depende el porvenir de las instituciones y en especial el de la
generaciones de relevo que velarán por la justicia y el bien común”, concluyó Guzmán.
Iapem
Prensa / Miguel Mederico
Lamentable la situacion de"desamparo" en que se encuentran los funcionarios ante una delincuencia organizada. Solo un trabajo organizado sin matiz politico puede ayudar tanto a esos Funcionarios que con Mistica y vocacion sale a las calles , como a la Sociedad. Ciudadano Gobernador pronunciese al respecto, con todo los basamentos legales que la Constitucion le Otorga
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