El
organismo de seguridad no cuenta con presupuesto para comida de los detenidos
No
solo el hacinamiento causado por el retardo procesal invadió las Salas de
Guarda y Custodia de la
Policía del Estado Miranda, sino que también la institución
tiene que enfrentar que a los detenidos se les deteriore severamente la salud
por la escasez de alimentos. "Se nos están muriendo", aseveró el
director presidente del referido cuerpo de seguridad, comisario general Elisio
Guzmán.
Al respecto comentó
que este viernes, en horas de la mañana, los funcionarios adscritos al Centro
de Coordinación Policial N° 5 trasladaron al hospital Dr. Luis Razetti ubicado
en Santa Lucía, municipio Paz Castillo, a un aprehendido de 38 años de edad
quien se encuentra a la orden del Tribunal 18 del Área Metropolitana por una
grave desnutrición.
Presentó según
diagnóstico médico deshidratación proteínica calórica severa, por lo que le
suministraron los primeros auxilios para estabilizar su estado y luego
informaron de lo ocurrido a la
Fiscalía 24 del Ministerio Público.
"Como este
caso tenemos otros registrados en las diferentes sedes policiales de
nuestra institución, donde los detenidos están viviendo una situación crítica con
respecto a la alimentación, debido a que sus parientes directos no están
en condiciones de llevarles la comida con frecuencia por dos motivos: es
costosa y escasa", destacó Guzmán.
Asimismo dio a conocer
que la Policía
del Estado Miranda no cuenta con un presupuesto destinado para la compra de
alimentos de los aprehendidos y que en ocasiones los funcionarios han sacado
dinero de sus bolsillos para hacerles llegar algún alimento a los privados de
libertad, tanto a los olvidados por sus familiares, como a los que tienen seres
queridos que no hallan cómo alimentarlos.
De acuerdo a Guzmán
les resulta imposible por el encarecimiento de los productos y la situación que
atraviesa el país. “Hay casos de algunos detenidos que comparten la comida con
sus compañeros que reciben poco o que no tienen nada. Hemos hecho todo lo que
ha estado a nuestro alcance para evitar la muerte por inanición y comunicado
del problema ante las autoridades correspondientes, pero no ha habido respuesta
alguna. Siempre seremos garantes de los Derechos Humanos, por ello alertamos lo
que les ocurre a los detenidos”, indicó el jefe policial.
Por su condición de
"delincuentes" o transgresores de la ley, es difícil realizar cotidianamente una
colecta para comprar la comida de los aprehendidos que llevan tiempo en las
sedes de la Policía
del Estado Miranda bajo la mirada indiferente no solo de la sociedad, sino del
Gobierno Nacional, el cual ha suprimido el carácter preventivo de los cuerpos
policiales para convertirlos en pequeños refugios donde la vida se va apagando
por la falta de comida.
Iapem Prensa / Egda
González
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