lunes, 6 de febrero de 2017

El hambre se suma a la crisis de los calabozos de la Policía de Miranda



El organismo de seguridad no cuenta con presupuesto para comida de los detenidos


No solo el hacinamiento causado por el retardo procesal invadió las Salas de Guarda y Custodia de la Policía del Estado Miranda, sino que también la institución tiene que enfrentar que a los detenidos se les deteriore severamente la salud por la escasez de alimentos. "Se nos están muriendo", aseveró el director presidente del referido cuerpo de seguridad, comisario general Elisio Guzmán. 

Al respecto comentó que este viernes, en horas de la mañana, los funcionarios adscritos al Centro de Coordinación Policial N° 5 trasladaron al hospital Dr. Luis Razetti ubicado en Santa Lucía, municipio Paz Castillo, a un aprehendido de 38 años de edad quien se encuentra a la orden del Tribunal 18 del Área Metropolitana por una grave desnutrición. 

Presentó según diagnóstico médico deshidratación proteínica calórica severa, por lo que le suministraron los primeros auxilios para estabilizar su estado y luego informaron de lo ocurrido a la Fiscalía 24 del Ministerio Público.

"Como este caso tenemos otros registrados en las diferentes sedes policiales de nuestra institución, donde los detenidos están viviendo una situación crítica con respecto a la alimentación, debido a que sus parientes directos no están en condiciones de llevarles la comida con frecuencia por dos motivos: es costosa y escasa", destacó Guzmán.  

Asimismo dio a conocer que la Policía del Estado Miranda no cuenta con un presupuesto destinado para la compra de alimentos de los aprehendidos y que en ocasiones los funcionarios han sacado dinero de sus bolsillos para hacerles llegar algún alimento a los privados de libertad, tanto a los olvidados por sus familiares, como a los que tienen seres queridos que no hallan cómo alimentarlos.

De acuerdo a Guzmán les resulta imposible por el encarecimiento de los productos y la situación que atraviesa el país. “Hay casos de algunos detenidos que comparten la comida con sus compañeros que reciben poco o que no tienen nada. Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para evitar la muerte por inanición y comunicado del problema ante las autoridades correspondientes, pero no ha habido respuesta alguna. Siempre seremos garantes de los Derechos Humanos, por ello alertamos lo que les ocurre a los detenidos”, indicó el jefe policial. 

Por su condición de "delincuentes" o transgresores de la ley, es difícil realizar cotidianamente una colecta para comprar la comida de los aprehendidos que llevan tiempo en las sedes de la Policía del Estado Miranda bajo la mirada indiferente no solo de la sociedad, sino del Gobierno Nacional, el cual ha suprimido el carácter preventivo de los cuerpos policiales para convertirlos en pequeños refugios donde la vida se va apagando por la falta de comida.

Iapem Prensa / Egda González

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