domingo, 12 de abril de 2015

Embarazada detenida en la Policía de Miranda dio a luz a un varón en el Pérez Carreño


A la espera de una medida judicial y después de varias horas de ruleteo

Los Teques.- La situación de Verónica, de 27 años de edad, quien se encuentra detenida en la Comandancia General de la Policía de Miranda por el delito de tráfico ilícito de municiones, llegó a su punto más álgido debido a que ya dio a luz a un hermoso y saludable varón, que pese a todas las complicaciones que sufrió durante el periodo de gestación pesó tres kilos con cuatrocientos gramos.

Esta joven pasó todo su embarazo privada de libertad en unos calabozos no aptos para su estadía, por lo menos no tan prolongada, esperando celeridad en su proceso por parte de las autoridades judiciales.

Innumerables comunicados a las instituciones competentes al caso hizo la Policía de Miranda, en las que señalaba su preocupación por el delicado estado de Verónica, por lo que se solicitó una y otra vez atención para que ella recibiera alguna decisión, pero la respuesta no llegó, se demoró, se excusó.

A las 7:00 pm de este sábado 11 de abril,  Cuevas inició el trabajo de parto, pues mientras intentaba descansar en una delgada colchoneta dentro del calabozo rompió fuente. Una comisión de la Policía de Miranda la trasladó hasta el Hospital Victorino Santaella en Los Teques, donde comenzó su tormento, pues por falta de especialistas tuvo que ser referida a los centros asistenciales de la ciudad capital.

Temerosa y con lágrimas en sus ojos, Verónica en compañía de cuatros funcionarios y a bordo de una ambulancia de Protección Civil Miranda llegaron a la Maternidad Concepción Palacios, donde le fue negado el ingreso por falta de especialistas y además de una cama.

Nuevamente emprendieron su rumbo hacia el hospital Domingo Luciani, mejor conocido como El Llanito, en el municipio Sucre, donde tampoco fue recibida por las mismas fallas de los dos centros de salud antes mencionados.

Verónica sólo lloraba y pedía a Dios por la vida de su hijo, quien ha sido, junto a su esposo y un familiar, los únicos que le han dado fortaleza para seguir afrontando la situación de estar tras los barrotes por falta en la celeridad procesal y sensibilidad en las autoridades judiciales.

Tras haber recorrido tres centros asistenciales, y a mitad de la noche, los especialistas que la acompañaban en la ambulancia decidieron trasladarla hasta el Hospital Militar Dr. Carlos  Arvelo, donde se repitió la misma situación. Una hora más tarde, vio una luz al final del túnel ya que llegaron al Miguel Pérez Carreño donde fue recibida. A las 9:00 de la mañana de este domingo 12 de abril, mediante una cesárea nació el bebé.

La espera y la incertidumbre se intensifican para Verónica, su esposo y ahora el bebé, quienes ya están clamando para que los tribunales dicten la medida que tengan que tomar en cuanto al caso. Ahora ya no están solos, los acompañan ese varoncito de mejillas redondas, quien no se puede ni siquiera imaginar el calvario que le espera si a su mamá no le dictan una respuesta.

Mientras tanto la crisis judicial y carcelaria arropa a esta nueva familia. En la Policía de Miranda se hacen todos los trámites posibles para mejorar las condiciones, según lo establece la ley, de esta mujer y su bebé, criatura que desde ya se ganó el corazón de todos los empleados, policías y administrativos de la Policía de Miranda.

La inocencia o culpabilidad de Verónica sigue estando a cargo de los tribunales, pero de quien sí se está seguro que no merece estar tras las rejas y bajo esas condiciones, es de ese joven guerrero que continúa su lucha por sobrevivir, a la espera de la sensatez de quienes están al frente de la justicia de Venezuela.



Iapem Prensa

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