miércoles, 17 de diciembre de 2014

SUBDIRECTOR DE LA POLICÍA DE MIRANDA ASCIENDE A COMISIONADO JEFE


Una vida dedicada al cuerpo de seguridad estatal

Con el sueño cumplido de ingresar a la filas de la Policía de Miranda, quien hoy ocupa el cargo de subdirector Francisco Escalona, proviene de una familia humilde en la que imperaba la formación de valores.

Inspirado en proteger a los suyos y a la comunidad, desde joven prefirió hacer carrera policial para convertirse en un hombre de ley, no por lo que representa lucir un uniforme, sino por la sencilla razón de luchar contra la delincuencia, la misma que le quitó de un disparo
la vida a su padre.

Con apenas tercer año de bachillerato, dio sus primeros pasos en Escuela Regional de Maracay, donde antes se formaban a todos los aspirantes a funcionario policial. Comenta que desde que se inició en esta profesión, su meta siempre fue ascender a la jerarquía inmediata superior que le correspondía y así lo fue logrando con esmero, sacrificio y sobre todo ética, es por ello que hoy logra obtener el máximo rango existente dentro de la policía, comisionado jefe.

Luego de 32 años de servicio en la Policía de Miranda, mantiene una carrera intachable, es ejemplo para muchos funcionarios y compañeros. Confiesa que desde que ingresó al cuerpo de seguridad se identificó con sus valores y misión. “La policía tiene algo especial que hizo que me quedara y fue la oportunidad de demostrar mi vocación de servicio hacia los demás. Es primordial a la hora de prepararse para esta profesión tener claro que vas a adquirir un compromiso firme con la sociedad, y a soportar situaciones que requieren un alto grado de
tolerancia al estrés”.

Luego de convertirse en bachiller, decidió cursar estudios universitarios de Derecho y después una especialización en Gerencia Pública, que combinó perfectamente con su rol de servicio, que lo llevó a ocupar importantes cargos dentro de la Policía de Miranda.

Alejado de las malas prácticas

Hay quienes cuestionan el trabajo policial por culpa de funcionarios que han cedido ante la tentación y prácticas deshonestas. Sin embargo, para el subdirector de la Policía de Miranda, el funcionario o funcionaria tiene que apegarse a los principios que recibieron en la academia para evitar caer en lo que se conoce en la jerga popular como “matraca”.

Esa decisión de hacer lo correcto, según la opinión del comisionado Escalona, viene refrendada por la educación familiar. Cuenta que en su caso esa rectitud la generó la formación que recibió de sus padres, por lo que hoy les agradece esas enseñanzas que le permiten caminar con la frente en alto.

El mensaje para aquellos jóvenes que ya son policías o que pretenden serlo, es no dejarse envolver por ciertas situaciones que se van a encontrar durante su carrera, por el contrario, tienen que recordar que son servidores públicos y que no vale la pena arriesgar los años de servicio por un dinero fácil. “Si lo que quieren es dedicar su vida a ayudar a los demás, defender los valores de la sociedad y luchar por el respeto y la convivencia pacífica de los ciudadanos, están en el camino correcto, ésta es su profesión”.

Entre la vida y la muerte

Durante el año 2005 cuando ocupaba el cargo de jefe de Orden Público, atendió una manifestación violenta y su vida se vio comprometida porque una bomba incendiaria lo envolvió en llamas. “Fue un momento bastante difícil, pero gracias a la protección de los equipos antimotín las quemaduras no me causaron daños mayores”.

A la mente del jefe policial vino otra anécdota ocurrida en el año 1995,  cuando acudió, junto a otros funcionarios de la División de Patrullaje Motorizado, al sector de Los Nuevos Teques, por un llamado de la comunidad. “En esa oportunidad se produjo un intercambio de disparos con varios sujetos donde resulté herido en el rostro, lo que me generó fractura en maxilar y heridas en la lengua. Al mes fui herido de una puñalada durante un procedimiento policial, entre otras
tantas experiencias desagradables, las cuales forman parte de mi historial y de mi experiencia como policía”.

El sueño se convierte en realidad

Desde el ingreso a la policía, cada funcionario tiene el sueño de algún día formar parte de la directiva de la institución, pero para llegar hasta ese nivel es necesario contar con ciertas virtudes además de la energía desbordada que se tiene desde el inicio. Relata el comisionado jefe Escalona, que cuando el director presidente de la Policía de Miranda, comisario general Elisio Guzmán, lo nombró subdirector lo primero que hizo fue agradecerle a Dios por la oportunidad que se estaba presentando y a sus padres por la educación que le dieron, además de sus compañeros y amigos.

La Policía de Miranda para el comisionado agregado Francisco Escalona representa  parte de su vida, debido a que la mayor parte de su tiempo se lo ha dedicado a su carrera, la cual asegura le ha dejado momentos difíciles y llenos de sacrificios, pero también muchas satisfacciones como la que celebra al lado de sus compañeros de ser un hombre formado en las filas de la institución y que hoy es reconocida su constancia con el ascenso a comisionado jefe.

Prensa Iapem / Egda González


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