
El jefe de la
referida sede policial, comisionado agregado Yván Vivas, explicó que los
funcionarios se percataron de la situación irregular al escuchar los ruidos y
los golpes que daban los detenidos contra la estructura. “Cuando realizaron una
inspección notaron que uno de los barrotes estaba cortado, además de que los aprehendidos habían
comenzado a abrir un boquete de 30 centímetros en el techo.
El jefe policial
señaló que los 45 detenidos que permanecen en el Centro de Coordinación
Policial N° 5, conviven en un espacio construido solo para 20 personas, lo que
ha sobrepoblado el área de recluidos y por ello están latentes a que ocurran
riñas, huelgas de hambre, motines e intentos de fugas como la que impidieron.
“Hemos evitado un
escenario que hubiese sido lamentable para la población y para nuestro
organismo. Nuevamente solicitamos al Ministerio de Servicios Penitenciarios que
cumpla con su compromiso de asignar los cupos a los centros de reclusión del
país para ir deshacinando los calabozos”, precisó Vivas.
Iapem Prensa / Egda
González
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