lunes, 27 de marzo de 2017

Policía de Miranda teme por brote de tuberculosis en calabozos



 Ante la inactividad del Ministerio de Prisiones de atender los casos de tuberculosis suscitados en las Salas de Guarda y Custodia de la Policía del Estado Miranda, el cuerpo de seguridad regional ha velado por la salud de los detenidos que padecen “la enfermedad del hambre”

Así lo exclamó el director presidente del referido organismo policial, comisario general Elisio Guzmán, quien informó que pese a no contar con los recursos para atender médicamente a los aprehendidos, han tenido que tomar las medidas necesarias para evitar que otros privados de libertad se contagien de la mortal enfermedad.

“Tenemos un detenido de nombre José Luis Albares Higuera, de 31 años de edad, en los calabozos de Santa Teresa del Tuy, municipio Independencia. Desde hace tres meses tiene tuberculosis, por lo que los funcionarios tuvieron que aislarlo. Su estado de salud es bastante complicado, hay días en los que mejora y otros en los que decae notablemente. Si nuestras celdas no son adecuadas para que personas sanas pernocten durante un tiempo prolongado, mucho menos lo son para detenidos con afecciones tan delicadas que pueden ocasionar la muerte”, destacó. 

La autoridad policial sostuvo que los efectivos de la Policía del Estado Miranda, específicamente los del Ccpn5, donde está recluido Albares Higuera, están haciendo una acción humanitaria con el aprehendido, pues en ocasiones han costeado parte de su tratamiento y comida, debido a que los familiares se desentendieron del caso. Además lo trasladan cada vez que lo necesita para que reciba atención médica.

“Estamos advirtiendo que el camino que lleva este detenido es el de la muerte, puesto que no tiene una buena nutrición, ni un buen cuidado de sus familiares. Aún no hemos recibido un pronunciamiento con respecto a este caso, por parte de los organismos competentes, solo está nuestra preocupación y esfuerzo de que no muera, ni que nuestros policías y otros privados de libertad contraigan la enfermedad”, indicó Guzmán.

Igualmente, declaró que los espacios de reclusión de la Policía del Estado Miranda tienen un 100% de hacinamiento y cada vez se manifiestan más enfermedades como pérdida de peso, escabiosis, gripe, entre otras, que han ido degenerando la salud de los recluidos.

“Para este hombre, lo que debieron ser 72 horas dentro de la policía se convirtieron en 8 meses dentro de un lugar donde no puede regenerarse, descansar adecuadamente y mucho menos comer, por la escasez de alimentos. Es que nuestras celdas no fueron construidas para que por una mala política de Estado, solo quien llega a los tribunales de Ejecución, luego de cumplir con infinitos requerimientos,  tiene la esperanza de optar por el traslado a una cárcel del país. Estos ejemplos dejan ver como la pésima administración de justicia puede terminar con la vida de un venezolano”, concluyó.

Iapem Prensa
 












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